En el marco abierto y espacioso del Instituto Veritas, el 6 de noviembre se celebró en Madrid, España, la fiesta del 30 aniversario de InteRed.
El día cálido y luminoso facilitó el programa de la fiesta que comenzó temprano y tenía varios componentes al aire libre: juegos para los más pequeños, deporte para los jóvenes, exposición fotográfica en la galería de entrada…
Líneas eje
Tras el saludo de Ana Mª Bueno, directora del centro educativo, abrió la jornada Carmen Lizárraga, vicedirectora de la IT y presidenta del patronato de InteRed, quien agradeció la labor de tantas personas implicadas en los proyectos en estas tres décadas y el camino recorrido juntos, colaborando en la misión de la Institución Teresiana.
Ana Arancibia, directora ejecutiva de InteRed situó el contexto que se vivía en los comienzos de esta ONGD nacida en Madrid en 1992. Destacó las líneas eje que se han mantenido en estos años: educación transformadora; lucha por la igualdad y en favor de las niñas y mujeres; sensibilización a través del estudio y la formación del voluntariado para ir a las causas estructurales de las desigualdades y las violencias que se viven en muchos contextos.
Trabajo en red
Un video mostró después a algunas de estas personas que gracias a la acción de InteRed han accedido a aprendizajes esenciales para una vida digna. También se recalcó la importancia del trabajo en red, la colaboración con instituciones y empresas, que esta ONGD promueve desde sus comienzos.
Como desafíos del presente citó desmontar los bulos que desinforman –hay actualmente una campaña de InteRed en este sentido– y recuperar el vínculo con la naturaleza, el cuidado del medioambiente sobre todo en los países más empobrecidos y castigados por desastres naturales.
Al concluir esta parte, Mateo, un alumno del centro tocó un par de piezas al violoncelo mostrando su virtuosismo y también su solidaridad.
Gafas 360º
La jornada continuó con las actividades para todas las edades que voluntarios y voluntarias facilitaban en el amplio espacio del Veritas. Los más pequeños disfrutaron un castillo hinchable y juegos con pinturas.
Especial interés suscitó la “visita inmersiva” a islas de Filipinas, con unas gafas de realidad virtual, para conocer el impacto de los tifones y volcanes y planes para hacerles frente con mejoras estructurales y de organización comunitaria.
Al final de la mañana la eucaristía compartida fue el momento de agradecer la acción de estos años y la vida entregada de tantas y tantas personas que a lo largo de este tiempo han formado y forman parte de InteRed. El sacerdote evocó a San Pedro Poveda y su mirada atenta y transformadora a la realidad de las cuevas en Guadix.
La fiesta siguió con un cocido madrileño, comida familiar de domingo con sabor solidario.
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