El 12 de agosto se cumplen 86 años de la muerte de la Beata Victoria Díez y Bustos de Molina, joven maestra de la IT que entregó su vida por su fe, en el pueblo cordobés de Hornachuelos en 1936.

En la sede de la IT en Córdoba (España) en la Plaza de la Concha, en cuya cripta reposan sus restos, se celebra este día una Eucaristía. En muchos otros lugares donde hay grupos de la Institución se celebra igualmente esta fiesta.

Unidos

En distintos momentos Victoria Díez tuvo la oportunidad de encontrarse personalmente con Pedro Poveda en viajes a Madrid. En una de estas ocasiones, en marzo de 1934, Pedro Poveda le dedicó el libro Historia de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, de Remigio Vilariño Ugarte s.j. Este ejemplar dedicado se conserva en Madrid. “Lee este libro con amor y terminarás siendo devotísima de los sufrimientos y Pasión de Jesucristo”, le escribe Pedro Poveda, que firma con sus iniciales.dedicatoria

Ninguno de los dos pudo pensar en ese 1934 que esta compartida “pasión por Jesús” les llevaría a entregar la vida en apenas quince días, en el mismo año. Tampoco podrían imaginar que ambos serían elevados a los altares juntos, en Roma, en 1993.

Ella se había destacado por su labor educativa con las niñas y jóvenes del pueblo de Hornachuelos, en el que era maestra de la escuela pública atendiendo también a obreras y trabajadoras en grupos nocturnos de alfabetización. Además, era muy activa en la parroquia, donde formaba parte del equipo de catequistas y animaba grupos de jóvenes de Acción Católica. 

En los comienzos de la Guerra Civil española fue detenida con un grupo de hombres del pueblo y fusilada, confesando su fe y adhesión a Jesucristo.

El atractivo de una misiónvictoria

Victoria Díez había conocido a la Institución cuando preparaba oposiciones en Sevilla, donde nació en 1903 y donde había estudiado Magisterio. Con las oposiciones recién ganadas, escribía en 1926 a Josefa Segovia expresando su deseo de unirse a la Institución Teresiana:

“Cada día doy más gracias a Nuestro Señor por haberme puesto en contacto con una Institución que llena por completo mis ideales. ¡Su misión apostólica me atrae sobremanera! Desde que conocí los fines que persigue no puedo menos de amarla y creo que solo perteneciendo a ella podré encontrar la felicidad”.

Vocación laical

La fama de Victoria, beatificada por Juan Pablo II en 1993 junto a Pedro Poveda, ha trascendido España, su país natal, y hoy es celebrada y recordada en distintos lugares del mundo donde se admira su labor como maestra comprometida con el pueblo y modelo de vocación laical. Ella vivía la llamada a la santidad desde la vida, como miembro de la Institución Teresiana. Dejó escritas muestras sencillas de su intensa vida espiritual.

Acceso a la web “Victoria Díez desde Hornachuelos”.

Canción de Elia Fleta con imágenes de los pueblos donde estuvo Victoria Díez como maestra y de la Mina del Rincón donde fue fusilada.

 Info IT.

 

 

 

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